El amor.

Publicado en por Super Bitch.

Después de un largo día que comenzó con una pérdida de tiempo en la universidad y continuó con el rechazo de una invitación para tener una cita, me dediqué tan sólo a ver películas y programas sobre el amor. Después de todos estos días en la universidad de haber estado viendo médicos guapos, y licenciados en educación física heterosexuales aun más guapos, me había dado cuenta que podía apreciar todo lo que me rodeaba, y que convivir con ellos sólo podía ayudarme a tener más seguridad sobre mis sentimientos. No había nada de malo en sentarme apreciar cómo otros vivían el amor, incluso aunque yo fuera constantemente rechazado e ignorado, digo, no me servía de nada sentir celos o envidia hacia las personas que sí conseguían lo que yo no podía conseguir. Lo que era más cierto, es que la suerte esta vez estaba del lado apropiado: del mío. De todas las observaciones que tomé, pude sacar ciertas conclusiones, y volviendo al tema de que convivir con chicos guapos me daba seguridad sobre mis sentimientos, me refería a ese sentimiento de seguridad de que absolutamente todos los hombres son y serán una auténtica mierda.

Está bien, tal vez estaba siendo un poco duro con los hombres, habían ciertas excepciones obviamente; pero no debía culpar a todos ellos. El problema estaba en mí, en mi cara principalmente, vale, no, principalmente estaba en mi cuerpo. Tal vez era mi cuerpo lo que más me incomodaba y yo no me había dado cuenta de eso. ¿Era acaso mi cuerpo lo que me impedía conseguir novio? Aunque debía reiterar que me sentía con suerte de no tener novio, algunas veces, específicamente hoy, sentía que mi organismo se manifestaba casi de la misma forma como las células hipotalámicas se manifiestan cuando se sienten presionadas y se genera la sensación de sed; sólo que en mi caso yo no tenía sed de agua.

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